DIA 13: ÚLTIMO DÍA EN NEIAFÚ (POR EL MOMENTO) (20-09-2017)

Hoy es el penúltimo día en Hilltop hotel y verdaderamente no tengo nada planeado para el día de hoy, solo que a las 4.00 tenemos una charla introductoria al Kayac, porque mañana empieza la aventura de 3 días en kayac acampando en islas desiertas. 

Como ya no tengo coche, decido tomarme el día con calma, de hecho se me ocurre  callejeras un poco las zonas que no conozco, con la app maps.me (muy útil porque funciona sin conexión a internet) e ir al hospital y ver si no están muy ocupados intentar charlar con algún farmacéutico….

Hay que decir que a las 9.00 de la mañana hace un sol de justicia y mejor ir protegidos del sol…

Me sorprende que el algunos jardines, hay propiedades en las que ves como un “mercadillo”, me enteraría días más tarde que a los tonganos se les permite vender cosas de esta manera mientras que lo que obtengan sea para mantener el hogar, si fuera con lucro ya tendrían que montarse una tienda y pagar impuestos como todas las demás tiendas.

También me gustan los letreros de las calles (Aquí al menos los tienen, jejeje).

Luego, yo muy osada veo “The Court” y como veo que no hay mucha gente, se me ocurre “golifear” un poco, y pregunto si puedo entrar en una sala, pero es que estaño reunidos, y les comento que solo entrar y salir, y me indican que no puedo porque no llevo la vestimenta adecuada (Se refieren a los adornos que ellos se ponen cuando van a misa), así que me conformo con hacer alguna foto desde fuera.

Cuando me dirigo al hospital me sorprende ver una iglesia llena de mujeres vestidas de blanco. Y me sorprende primero porque no es domingo y segundo porque van todas de blanco. Más tarde preguntaría a unas señoras que estaban trabajando con las hojas, preparando el material para la artesanía, y me explicarían que hoy es el día de la mujer, y por ello van todas de blanco.

Finalmente llego al hospital y el mundo es un pañuelo, después de entrar y ver que estaba más bien lleno, hago una foto robada rápida y salgo, y me encuentro a la familia del otro día, a la de los 6 varones, y me contaron que Salote, la mujer estaba malita…

Ya rumbo de nuevo al hotel, oigo mi nombre, me giro y es el chico que el otro día estaba pescando en el puente….jajaja….si es que ya soy conocida en el pueblo y todo.

Bueno, como esta tarde es la charla, debo devolver la bici que me dejó Sharon, así que tras volver al hotel, dejar la cámara pesada, decido enfundarme de nuevo el equipo deportivo e ir a casa de Sharon, pero primero vamos a hacer una pequeña parada en Bellavista para llenar el estómago y actualizar el blog.

Cuando llegué a casa de Sharon, dejé allí las cosas que me habían dejado y empecé a caminar rumbo a Mango.

Al llegar solo veo a Epeli y a George, los saludo y nos dirigimos a una de las mesas alargadas, al poquito llega una pareja de Sydney : Rose y Mark, con la que empiezo a hablar y mientras tanto van llegando el resto, la familia de alemanes (que realmente eran daneses), otra pareja de Bélgica (Veerle y Marc), un Italiano (Lou) afincado en Australia, otra chica que vive en Melbourne (Nat).

Lo primero nos dan un collar de flores que me encantó, pero me dio pena tenerlo que dejar allí porque al día siguiente nos íbamos de tour….y lo segundo explicarnos el hecho de que íbamos a ir los 3 grupos juntos.

En principio yo reservé para hacer el tour de 3 días-2 noches, igual que la familia danesa. El resto iban hacer el tour de 5 y/o 6 días. Para ser sinceros, como era mi primera experiencia y tampoco sabía si iba a aguantar o no, decidí decantarme por la ruta más breve.

Inicialmente los tours eran independientes, pero como me explicaría Sharon en la primera cena, los tuvieron que juntar porque se les había marchado uno de los guías. Al principio la idea no me superencantó, porque no era li mismo ir 6 personas que 15, pero luego poco a poco le fui viendo las ventajas.

Epeli nos explicó en el mapa por donde iríamos, siempre y cuando el tiempo nos acompañara. y tras acabar, la gente empezó a marchar, sin embargo Rose, Mark y yo decidimos seguir allí de cháchara, contándonos anécdotas y aventuras y ya acabar cenando allí.

Cuando eran las 7.30 les comento que yo debo marchar, porque aún debo pasar por la tienda (nos recomendaron comprar un mechero, llevar papel higiénico…un par de cosillas más) y preparar las bolsas estancas con la ropa que iba a llevar al siguiente día. Ellos como también tenían que pasar, decidieron venir conmigo, compramos lo que necesitábamos y acordamos que cuando yo cogiera el taxi, parara en su alojamiento (que estaba de paso) y los recogiera al día siguiente.

Y cuando ya lo tuve todo listo….a la cama patos que mañana empieza la nueva aventura.